Sobre mí

Isabel Gil Docampo - Coaching y Formación - Pontevedra - Galicia - España

Orígenes

Estudié Ingeniería Industrial, un M.B.A, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales, idiomas, etc. y ejercí cerca de 14 años en los sectores de Automoción y Mecanosoldadura, como Ingeniera de Procesos y posteriormente Jefe y Directora de Proyectos.

Mi experiencia y la que fui contrastando con otras personas y estudios, fue que, el mayor desgaste y pérdida de eficacia que tiene lugar en las empresas, no es derivado de los problemas técnicos o dificultades que aparecen en el día a día o los proyectos, sino del estado de las personas y las relaciones que se establecen entre ellas. Yo misma también viví, cómo a pesar de haber logrado tanto a nivel personal como profesional aquello que me había contado la sociedad que necesitaba para tener éxito (progresión profesional, pareja, bebé, casa, piscina, perros,...), no lo experimentaba como tal.

Isabel Gil Docampo - Coach Formador empresas

El cambio 

En mi búsqueda para cambiarlo, realicé un taller de Inteligencia Emocional que me impactó tanto, que decidí dar un vuelco profesional a mi vida y dedicarla a llevar a otras personas y organizaciones, todos aquellos conocimientos y prácticas que nos pueden ayudar a sacar nuestro potencial, a eliminar tanto desgaste inútil, tantos límites que nos ponemos y de los que ni siquiera solemos ser conscientes.

Fue así que me formé como Coach y Facilitadora Sistémica a nivel Personal, Directiva y de Equipos, Experta en Inteligencia Emocional, Experta en Resolución de Conflictos, Máster en Educación Emocional, Social y de la Creatividad, Programación Neurolingüística, etc.

Creo profundamente en el enorme potencial de las personas, equipos y sistemas (del cual, en general, poco nos han contado), que el cambio es posible aunque requiera de valentía, humildad y honestidad, y que éste, ineludiblemente, nos lleva a generar más Prosperidad tanto para nosotros mismos como para nuestro entorno.

Contexto

En las últimas décadas, ha habido una evolución exponencial a nivel tecnológico y organizacional. Sin embargo, muchas empresas todavía no han logrado liberar el potencial tanto a nivel humano como relacional que poseen.

Cada vez hay más estudios que nos muestran que el porcentaje de trabajadores y equipos que despliegan dicho potencial es muy bajo. Hablan de cifras incluso inferiores al 25%. Esto supone una limitación no solo para la propia persona, pues se traduce en frustración, rabia, ineficiencia, estrés, relaciones ineficaces,…sino que repercute directamente en la productividad y desarrollo de la empresa.

La buena noticia, es el gran potencial de mejora que existe.

Nos encontramos incluso con equipos, departamentos y empresas con excelente capital intelectual y dotados de grandes medios tecnológicos y financieros, que no alcanzan sus objetivos de negocio ni logran hacer realidad sus planes. Esto nos está indicando que hay actitudes y formas de actuación que están interfiriendo y que es necesario modificar, así como potenciales latentes a desplegar.

Destacar además investigaciones que nos muestran que, contrariamente a lo que cabría esperar, lo que determina cuánto tiempo permanecerá un trabajador en una empresa y cuál será su nivel de productividad, no son los beneficios de ésta, sus líderes carismáticos o los programas de entrenamiento que le pueda ofrecer, sino su supervisor inmediato. Ello nos muestra la relevancia del desarrollo del liderazgo en las organizaciones.

Por otra parte, hay estudios que indican que el impacto del Clima Laboral en la productividad de una empresa alcanza valores del 30%. Por tanto, lograr su mejora se traduce en resultados.

 

También hemos de considerar que, derivado de la situación externa actual, se están generando procesos de crisis, de cambio, que requieren de nuevas competencias para liderar y gestionar en el nuevo contexto.

 

“En HENKO ENVISION vemos la crisis como una oportunidad”